Top 7 Juegos de Mesa del 2018

Otro año que pasa, otros miles de juegos que son publicados. Como lo hemos hecho los últimos años, en La Matatena nos hacemos a la tarea de traerles lo mejor de lo mejor del año. ¿Los criterios? Básicamente gustos personales, hype en el mercado y en medios y trascendencia en la comunidad.

¿Quieren un punto de comparación? Lo tienen en Top 7 Juegos de Mesa del 2017. Aunque también pueden ver nuestra publicación con el Top 7 Juegos de Mesa más Esperados para 2018. Y les va un spoiler si lo hacen: tenemos muchos juegos que no esperábamos y que no nos causaban tanta ilusión como los mejores del 2018.

Si quieren saber cuáles fueron los mejores juegos de mesa del 2017, están en el lugar correcto. Comenten en este artículo, ¿cuál fue su favorito del año?

Root

El año pasado lo incluíamos en las menciones honoríficas de nuestros juegos de mesa más esperados. Esta año llegó con bombo y platillo y al contrario de lo que sucede con muchos juegos, vivió a la altura de las expectativas.  El juego es diseñado por Cole Wehrle e ilustrado por Kyle Ferrin.

¿Les suena familiar el nombre de Wehrle? Quizás porque colaboró en la creación de juegos como Pax Pamir o John Company. Pero Root sigue una corriente distinta, más basada en los juegos estilo COIN. Juegos completamente asimétricos, con distintas condiciones de victoria y distintos modos de juego para cada una de las facciones. Un elegante sistema de juego dirigido por cartas (card driven game) logra hacer que Root destaque de manera especial. Si a eso le sumas la priducción de Leder Games y la ilustración hermosa de Ferrin, estamos ante uno de los mejores juegos del 2018. Un puente ideal entre los juegos medios y los juegos pesados.

Rising Sun

Quizás uno de los juegos de los cuales escuchamos más este año fue el aclamado Rising Sun. De la colaboración de Eric Lang y CMON, sale un juego que tiene uno de los kickstarters de juegos de mesa que más recaudó en su momento, un juego de área control con negociación y miniaturas. Altamente temático pero con una buena pizca de juego abstracto. Estrategia y asimetría, a  la vez que algo de suerte y alianzas y traiciones.

Ambientado en un Japón feudal fantástico en el que dioses, semidioses y héroes pelean por el control de la isla.

El juego tiene varias cosas interesantes, como el sistema de honor o el hecho de que los distintos clanes tienen poderes asimétricos. Muchos lo comparan con Bloodrage o con varios de los otros juegos que son más eurotrash. La verdad es que Rising Sun ha llamado la atención por su estilo único y mecánicas interesantes.

KeyForge

¿Les suena el nombre de Richard Garfield? Debería, porque ha creado uno de los juegos más populares de los últimos 30 años. Se trata del creador de Magic: The Gathering, el juego de cartas coleccionables de más éxito en el mundo. Y aunque Garfield también tiene algunos juegos más sencillos (como King of Tokyo), el matemático vuelve con un concepto único (literal) en Keyforge.

Keyforge es un juego que está entre un LCG, CCG y un juego de mesa. En su núcleo es un juego que obedece la premisa más básica de este tipo de juegos: dos jugadores se enfrentan con dos mazos de cartas distintos. Al contrario de la mayoría de estos juegos, hay algo que lo hace interesante: cada mazo de cartas se compra como una unidad, es único y no se puede mezclar con otro. Es decir, en Keyforge compras un mazo, el cual es único (son generados con un algoritmo de computadora) y el cual te puede servir para jugar. Cada mazo tiene su propio estilo, poderes y demás.

Un concepto por demás interesante que ha llamado la atención de propios y extraños.

Teotihuacan: City of Gods

La ola italiana de diseñadores de juegos de mesa ha sido atacado por sorpresa el mundo de los juegos de mesa. Sobre todo por haber creado varios tipos de juegos euros medios que van tirándole a pesaditos. Pero que tienen mecánicas interesantes, uso de dados de manera poco convencional, y un rondel combinado con colocación de trabajadores. Si a esto le sumamos el puzzle 3D que es la pirámide que se construye a la mitad del tablero, tenemos un juego redondo.

De entrada la temática atrae mucho (en especial a nosotros, por ser mexicanos). La dificultad es un aspecto interesante, ya que el juego tiene tantos aspectos y tantas piezas moviéndose al mismo tiempo que puede ser abrumador al principio pero se convierte en algo interesante al poco tiempo. Un juego en el que sus piezas móviles termnan en un equilibrio que

Brass: Birmingham

La historia detrás de este juego es interesante en si misma. Primero hablar de Martin Wallace. Uno de los diseñadores de juegos de mesa más galardonados y reconocidos. Sus juegos son de reconocerse que son variados e interesantes. Mucha gente considera Brass una de sus obras maestras en cuanto a juegos económicos. Y es fácil ver por qué: las reglas logran hacer de este juego un ente vivo que se resiste a ser domado de manera fácil. La curva de aprendizaje no es sencilla, pero la manera en la que encaja la temática y la mecánica es increíble.

Ahora, eso es Brass clásico. Después de la esperada reedición por parte de Roxley Games, lanzan también una versión corrregida y aumentada (Brass: Birmingham) al lado de la clásica (renombrada Brass: Lancashire). La edición tiene nuevas mecánicas que redondean más el juego, además de que agrega un nuevo mapa y tiene componentes de gran calidad. Quizás uno de los juegos de Wallace de los cuales se esperaba más. Toma la base de Brass y le da un giro interesante. Si les gustan los juegos económicos, tienen que probarlo.

The Mind

Wolfgang Warsch entró al mundo de los juegos de mesa con pisada fuerte. Tres nominaciones al Spiel des Jahres en un sólo año. Así es, aunque sólo ganó el Kennerspiel, pero The Mind fue uno de los nominados al Spiel des Jahres y con justa razón.

En pocas palabras, es un juego cooperativo, familiar, que está tirándole a party. Se trata de un juego de cartas y números que es una especie de experiencia en equipo. Básicamente, el juego es una baraja de cartas que van del 1 al 100 y tiene varios niveles. El objetivo del juego es descartar todas esas cartas en orden ascendente. ¿El truco? Nadie se puede comunicar. Sólo hay que tirar cartas a una pila de descarte y rezar que nadie tenga una menor. Suena raro, pero es una experiencia por demás interesante. Sencilla, simple y aún así, sagaz.

Azul: Stained Glass of Sintra

Cuando esperábamos que Kiesling no tuviera nada más bajo la manga, llegó con Azul. Azul tuvo mucho éxito, porque logró un juego de draft familiar y estratégico a la vez. Es por eso que Azul: Stained Glass of Sintra llegó a existir. Se trata de una especie de secuela para Azul. Toma las mecánicas básicas del juego y les da un giro interesante.

En esta ocasión, los jugadores están construtyendo vitrales. Para lograrlo, ciertas combinaciones de colores son necesarias. Pero eso no es todo, el orden y la manera de ir construyendo estos vitrales es mucho más compleja y estratégica que el sólo ir colocando azulejos como en Azul. Si les gustó Azul, tienen que probar su segunda parte porque seguramente la encontrarán deliciosa.

Menciones honoríficas:

Los siguientes juegos nos han llamado la atención, pero no llegaron a estar entre los siete que más nos gustaron.

Cerebria: The Inside World

Temática poco común. Un juego asimétrico de control de área que tiene un sabor diferente. Una estrategia que es más profunda de lo que parece y un arte para enamorar. Lástima por las miniaturas innecesarias para aumentar el precio.

Century: Eastern Wonders

Plan B games no da paso en falso. Century: Eastern Wonders es un gran juego con mecánicas de pick-up-and-delivery. Es más una secuela espiritual al primer Century que no toma elementos mecánicos del mismo. Pero el premio está en jugar la versión combinada del juego, lo que le da un valor extra a Eastern Wonders que es, de por si, un gran juego en si mismo.

Ganz schön clever

El otro de Wolfgang Warsch, se trata de un roll and write que es muy interesante y que demuestra la versatilidad de este diseñador. ¿El único problema? Vamos a esperar mucho de este austriaco en un futuro, esperemos que siga trayendo juegos de esta calidad.

Carpe Diem

¿Alguien dijo Stefan Feld? Aunque somos muy fans de The Castles of Burgundy, la verdad es que Merlin nos quedó a deber, pero Carpe Diem toma simpleza y elegancia como su base. Draft de losetas, colocación de losetas y una mecánica interesante de cartas de puntaje. Porque en cada ronda, a cada jugador lo estarán puntuando con criterios distintos, y se tiene que competir para poder elegir cuáles son.

Vamos, una mecánica que se ve fresca en un juego que se siente clásico. Muy al estilo del mencionado Burgundy.

Concordia Venus

Mientras el año pasado hablábamos de cómo nos llamaba la atención Transatlantic, Mac Gerdts terminó sacando algo más que nos llamó aún más la atención. Concordia Venus es una especie de expansión o juego base que toma las mecánicas básicas de Concordia y les pone un sabor de equipos. ¿Interesante? Lo suficiente para ser nuestra mención honorífica.

Yellow & Yangtze

Reiner Knizia iterando y mejorando uno de sus juegos más aclamados, Tigris y Éufrates. Si le sumas el arte de Vincent Dutrait, no hay manera de que no sea redondo. Si les gustan los juegos clásicos de Knizia, tienen que darle un vistazo a esto.

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