Existen muchos juegos que han dado de qué hablar en el último año. Para los fanáticos de los worker placement y de los euros en general, uno de los juegos refrescantes e innovadores ha sido The Manhattan Project: Energy Empire. El juego, creado por Tom Holly y Luke Laurie y editado por Minion Games, ha sido aclamado por la crítica principalmente porque combina dos ideas: worker placement y engine building.
Cabe mencionar que el juego no es una expansión al conocido The Manhattan Project, el juego de Brandon Tibbetts que usa card drafting y worker placement en elque las naciones intentan competir para intentar construir mejores bombas. Aunque el juego comparte el arte y el tema, Energy Empire es otro juego completamente nuevo.
En Manhattan Project: Energy Empire, los jugadores tomarán control de un país que, después de la Segunda Guerra Mundial, intenta convertirse en una potencia económica y energética. Los jugadores construirán edificios, comprarán plantas de energía e intentarán aumentar su influencia en las naciones unidas, todo mientras contaminan el medio ambiente de su país.
Ya sea que estés jugando como un Japón que intenta aventurarse con la energía nuclear, o Iraq intentando usar sus reservas petroleras para darle energía a tu imperio, hay muchas maneras distintas de ganar; muchos caminos hacia la victoria.
Mecánicas de juego
El juego comienza cuando a cada jugador se les dan dos cartas de nación aleatorias, de las cuales selecciona una para ser su país; dependiendo de esta carta será lo que el jugador obtenga como bono inicial y lo que tendrá que hacer para ganar influencia en la ONU.
Además de eso, los jugadores obtendrán a sus primeros tres trabajadores i dos piezas de energía. Todo esto junto con una loseta de logro, que le permitirá ganar bonificaciones de puntos de victoria al final del juego.
En su turno, los jugadores tendrán dos acciones posibles: trabajar o generar energía. En el transcurso del juego los jugadores intentarán ganar puntos de victoria intentando tener mayor influencia en la ONU, manteniendo su medio ambiente limpio, construyendo estructuras y plantas eléctricas y algunos otros mecanismos interesantes.
Cuando los trabajadores deciden trabajar, seleccionan una de los 13 lugares disponibles en el tablero que le permiten hacer la acción de ese lugar. Similar a como se hace en otros juegos de worker placement, los trabajadores tienen que poner un trabajador en esa espacio para hacer la acción. Pero, al contrario que en oros juegos del mismo estilo, si ya hay un trabajador en un espacio, eso no elimina esa acción para los demás jugadores. Si una acción ya ha sido seleccionada una o más veces, los jugadores tendrán que agregar piezas de energía suficientes para poder usar ese espacio.
Los 13 espacios están divididos en tres tipos: 4 espacios de gobierno enfocados en el recurso ciencia, 5 espacios industriales enfocados en el acero y 4 espacios de comercio enfocados en el plástico. Existe, dentro de los 13 espacios, un espacio de cada tipo que permite construir edificios correspondientes. Hay un espacio de industria para construir edificios relacionados con la industria, igual para el gobierno y el comercio. Estos edificios son los que le permiten a cada jugador ir haciendo su propio engine building.
Los edificios comprados por los jugadores se convierten en nuevos espacios donde se pueden colocar trabajadores y/o energía. Pero no pueden ser activados directamente. Es decir, si un jugador activa un espacio de gobierno en el tablero principal, puede después activar algunos de los edificios de gobierno que haya construido, siempre y cuando tenga los trabajadores o energía correspondientes.
Cuando los jugadores deciden hacer la acción de generar en lugar de trabajar, ellos regresan a todos sus trabajadores a su reserva y descartan todas sus energías. Después de eso, tiran los dados (que representan las plantas de energía) y añaden las energías correspondientes a su reserva de energía. Pero cuidado el generar: las plantas de energía pueden hacer que contamines tu medio ambiente.
La contaminación es el reloj del juego. Dependiendo del número de jugadores, estarán disponibles cierto número de losetas de contaminación. Cuando estas losetas se terminan, se dispara la última ronda. La contaminación se coloca en los tableros de cada jugador cuando se hace la acción de generar, pero también cuando se compran ciertas estructuras o se hacen ciertas acciones. Algunos espacios y edificios dentro del juego te permiten limpiar el medio ambiente y descartar las losetas de contaminación de tu tablero personal.
Seis veces durante el juego, se disparan algunos eventos de impacto global cuando se alcanza cierto número de losetas de contaminación restantes. Estos eventos normalmente te dan puntos de victoria dependiendo de la limpieza de tu medio ambiente, renuevan ciertos espacios de estructuras y tienen eventos que afectan a todos los jugadores.
Una vez que se juegue la última ronda, después de colocar la última loseta de contaminación, se otorgan puntos dependiendo de las estructuras construidas, las plantas de energía que tengan, su estatus en la ONU y su medio ambiente. En un inesperado giro, el jugador con más puntos, gana la partida.
Conclusión
Manhattan Project: Energy Empire fue catalogado como uno de los mejores juegos del año 2016. Nuestro amigo Rahdo lo tomó como su mejor juego de ese año. Y no es para menos. Nunca pensé que la combinación worker placement y engine building pudiera ser tan bien lograda como lo fue en este juego.
Ahora, hay algunas detalles que han hecho bastante ruido. Casi no hay interacción entre los jugadores; como puedes tomar acciones que ya se han jugado, prácticamente se elimina la interacción.
Los jugadores propensos al Análisis Parálisis, pueden encontrar difícil tomar algunas decisiones debido a que, algunas veces, existe bastante profundidad estratégica.
Los dados son una fuente de aleatoriedad. A mi me encantan, pero a muchos no les gusta. Aún así, creo que el juego te da suficientes herramientas como para poder minimizar el efecto del azar en el mismo.
Aún así, estos detalles son mínimos. El juego es magnífico. Los componentes son sorprendentes, de gran calidad y se ven y se sienten bien. La caja del juego pesa bastante, y es que los recursos son piezas bellísimas y bastante pesadas. El tema es bueno y las mecánicas lo hacen excelente.
Muchas veces los worker placement pueden ser algo estresantes: alguien puede seleccionar una acción necesaria para tu estrategia y arruinar tus acciones para el turno. En este juego esto se mitiga muchísimo, haciéndolo un juego que castiga mucho menos. Además el hecho de tener dos tipos de «trabajadores» (los trabajadores y la energía) le dan un sabor único al juego.
Si por algo destaca Energy Empire es porque es un juego que sobresale en varios niveles. Tiene profundidad estratégica mientras es accesible. Te permite crear un motor de manera casi natural e interesante (quizás la parte más satisfactoria del juego). El motor que construyes tiene varios niveles de profundidad, lo que lo hace algo poco común en el mundo de los engine builders. El azar es mínimo y muy bien manejado. Si son fans de juegos como Keyflower o Roll for the Galaxy, Energy Empire debe estar en su colección. Es por eso que en La Matatena le hemos dado 4.5 matatenas de 5.
Buen dia. Entre este y el primer The Manhattan Project cuál iria primero? Cuáles serían las diferencias entre los dos? Gracias
Hola Juan Carlos; los dos son juegos completamente independientes. El Manhattan Project clásico es un juego en el que el objetivo es construir bombas y puedes sabotear a rus contrincantes; tiene otros niveles de interacción.
En este juego la novedad está en el armar tu motor (engine building) y en la novedosa forma de poner a tus trabajadores. Es de gustos, pero nosotros preferimos Energy Empire.
El primero es el que sólo se llama «Manhattan Project». Pero son juegos independientes.