Después de nuestra entrevista con Richard «Rahdo» Ham en la que le preguntamos acerca de la industria multimillonaria en la que se han convertido los juegos de mesa y la avalancha de juegos que salen cada año, su respuesta me dejó casi atónito: «Ya hay muchos más juegos disponibles en el mercado que los que podré jugar en mi vida, así que todo está perfecto. Incluso si las editoriales dejaran de publicar juegos mañana, ¡tendríamos muchos más que suficientes para jugar!«.
Y es verdad, como bien comenta Rahdo, desde el punto de vista del consumidor, existen muchísimos juegos buenos en el mercado actualmente. En los últimos años, una avalancha de juegos de mesa inundad el mercado. Mes con mes, semana a semana, las grandes editoriales anuncian nuevos juegos y los diseñadores independientes vuelvan sus esfuerzos en el crowdfunding para lograr editar sus creaciones.
Es un hecho, hay una avalancha de juegos de mesa en el mercado hoy en día. ¿Es eso bueno o es malo?
La perspectiva de los diseñadores «old school«
Algo que ha logrado que esta gran cantidad de juegos llegue al mercado son las plataformas de crowdfunding, quienes permiten que cualquier persona (y sí, prácticamente cualquier persona) pueda crear un proyecto y lanzarlo para ver si alguien lo compra.
Varios diseñadores han dado de qué hablar al respecto, pero la opinión que me ha parecido más interesante (quizás no por lo que dice, sino porque habla mucho del sentir de varios diseñadores de juegos) es la de Travis Chance. Travis habla de cómo Kickstarter y otras plataformas parecidas logran que muchos juegos vean la luz. Juegos que después logran ser distribuidos y llegar a las tiendas especializadas. Juegos que sobreviven más allá del crowdfunding.
Pero también dice que, a su opinión, los consumidores son bombardeados con ideas creadas a medias, pidiéndoles que las fondeen. Según él, muchas veces dando como resultado juegos que no estaban listos para el mercado, los cuales logran fondearse, salen y son olvidados para siempre. Según él, la falta de experiencia en el diseño de juegos y la facildad para lanzar juegos pueden dañar a la industria de dos maneras.
La primera, según Chance, es que el estándar de calidad de juegos de mesa ha bajado. Travis nos dice que es fácil para un juego mediocre salir al mercado y ser olvidado. Las editoriales buscan juegos nuevos para mantenerse al tanto y al corriente en lo culto a lo nuevo. Los diseñadores publican sin preguntarse si este juego necesita ser publicado.
La segunda es que hay un límite de espacio en las tiendas y hay un límite de dinero que los consumidores tienen para gastar. La sobresaturación del mercado, según él, puede hacer que la industria colapse. Y para él, vivimos en una especie de burbuja. ¿Pero es eso cierto?
El punto de vista del consumidor
A mi parecer, como consumidores, no hay un mejor momento para ser fanático de los juegos de mesa.
Para hacer una analogía de lo que está pasando en el mundo de los juegos de mesa basta con ver con lo que pasó en otra industria del entretenimiento: la televisión.
En un principio, la televisión era casi un bien público en el que las series televisivas tenían un horario muy limitado. Sólo había pocos canales y el tiempo al aire tenía que ser calculado para no molestar a nadie. La TV era una manera de pasar el tiempo algo sosa, nada demasiado interesante.
Después de unos años, los canales y cadenas de televisión aumentaron en número. La televisión por cable empezó popularizarse y los canales de TV por cable empezaron a crear contenido original. Si en la década de 1970 y 1980 hubo algunas buenas series, no son nada comparado para lo que vendría a finales de la década de los 90s e inicio de los 2000s. Seinfield, The Sopranos, Gilmore Girls, The West Wing, Malcom In The Middle, Arrested Development, The Wire, Mad Men, Breaking Bad y eso sólo para mencionar algunas.
Hoy en día, seguimos viviendo la época dorada de la televisión, sólo que pasando a otras plataformas como Netflix o Amazon, las cuales producen muchísimas series originales de alta calidad. Series con las que antes no podríamos haber ni soñado.
Lo mismo pasa en el mundo de los juegos de mesa. Estamos viviendo la época dorada de los juegos de mesa. Nunca ha habido mejores juegos de mesa que los que hay en día. Mejor producción y una gran oferta de buenos juegos disponibles.
Y no sólo eso. Los juegos de mesa son, en su gran mayoría, actividades sociales. Son una experiencia que necesita ser compartida para ser disfrutada. Y por eso mismo, son inherentemente virales. Un buen juego de mesa puede ser un gran catalizador para atraer a más gente al hobby. Entre más gente juegue, mejor para todos.
Ahora, si el problema es, según Travis Chance «los muchísimos juegos de mesa malos», no se preocupen.
El mercado de los juegos de mesa no usa fórmulas predispuestas. Nadie puede asegurar que un juego vaya a tener un éxito gigante o no. Nadie puede descartar que un juego se vaya a volver el próximo Catan.
Un problema con el dilema de los juegos de baja calidad es que, en la mayoría de los casos, nadie puede decir si un juego es de baja calidad o es malo, o cómo va a funcionar en el mercado. Muchos pueden hacer opiniones muy certeras, pero la idea de que los editores o las casas editoriales pueden distinguir qué juego será su próximo gran hit, es algo prácticamente imposible. Ninguna casa editorial logra lanzar sólo éxitos, porque es prácticamente imposible qué será un éxito y qué no.
Otra cosa que vale la pena ver es que, en realidad, siempre hay un juego de mesa para cada quien. En mi caso, hay muchos juegos de mesa que yo no tocaría ni con un palo. Juegos que para mi (y aquí está lo importante) son malos. Pero siempre hay muchísima gente a la que estos juegos les encantan. ¿Estoy yo mal? ¿Están ellos mal? Nadie está mal. Los juegos de mesa son un gusto subjetivo. Cualquier juego le puede gustar a alguien.
Y resulta que esta ran avalancha de juegos también puede ayudar a la industria. Con el lanzamiento de más y mejores juegos es necesario crear un juego mejor para poder llamar la atención de la gente. Hay juegos interesantísimos entre esa avalancha de juegos.
La competencia lleva a mejores juegos, mejores juegos llevan a que más gente se interese en el hobby. Los diseñadores, las editoriales e incluso tiendas de juegos están expuesta s a más juegos distintos, a nuevas mecánicas que dan pie a nuevas ideas.
Si te gustan los juegos de mesa, esa avalancha de juegos sólo significa una cosa: que seguimos en la época dorada de los juegos de mesa. Y tener más juegos es, a final de cuentas, lo mejor que le puede pasar a cualquiera que le gusten.