Los dados son uno de los componentes de juego más viejos del mundo. De hecho, son tan viejos que han existido desde antes de que empezáramos a tener un registro histórico formal. El dado más viejo jamás encontrado era de hace 5,000 años en Irán. Y con el paso de los años, los dados han sido usados por muchas de las más grandes civilizaciones para jugar o para tomar decisiones.
Los dados vienen en muchísimas formas, tamaños y números. Pueden ser el elemento principal de un juego o un método sencillo para determinar cuántos espacios avanza tu ficha. Lo que ellos representan es caos, incertidumbre. Son elementos que representan la suerte y eso que no conocemos.
Muchas veces (y probablemente más de uno de nosotros) ha escuchado decir que los juegos que basan mucho sus mecánicas en el uso de dados para determinar lo que sucederá tienen errores o problemas de jugabilidad. Alguien podría jugar un juego perfecto y terminar perdiendo después de un mal turno a los dados. Probablemente esta gente que no gusta tanto del uso de dados est´n buscando algo mucho más determinístico.
A mi en lo personal me gustan mucho los dados. Me gusta el hecho de que los juegos no se vuelvan un algoritmo mecanizado. Puedes intentar jugar con las probabilidades e intentar ponerte en la mejor posición posible pero, al final de todo, vas a necesitar un poco de suerte. Tirar los dados cuando necesitas un número específico y que ese número salga es una de las cosas más satisfactorias en los juegos de mesa. Y es una experiencia difícil de reemplazar.
Yo crecí jugando juegos como Risk y Monopoly por ejemplo (y probablemente muchos de ustedes también). Los dados son muy importantes en esos juegos, pero no son la mecánica más importante. Pero luego están otros juegos como el Yatzee o algunos tipos de cubilete. En estos juegos todo gira alrededor de tirar dados y jugar con la probabilidad y la fortuna. Si no lo han jugado, se trata de que en tu turno puedes tirar cinco dados hasta tres veces tratando de sacar ciertas combinaciones. Te quedas con los dados que te sirven y vuelves a tirar los que no, esperando que el resultado sea favorable.
Hay juegos como Zombie Dice de Steve Jackson, o el afamado King of Tokyo de Richard Garfield que tienen mecánicas muy parecidas (las llamadas push your luck) pero con temas mucho más divertidos como ser un zombie hambriento comiendo cerebros o una criatura gigante radioactiva intentando destruir una ciudad. Bang: The Dice Game es otro excelente juego que usa esta mecánica de gran manera.
Uno de los juegos más influyentes en los últimos años usa los dados como una de sus mecánicas principales. Los Colonos de Catan puede ser ganado o perdido dependiendo de tu posición con respecto a los números en los recursos. Gracias al Catan, la mayoría de los fanáticos de los juegos de mesa modernos pueden recordar sin problemas las probabilidades de que un número salga en dos dados de seis lados. Esas probabilidades están representadas físicamente en un tablero de Can’t Stop, el largo camino para poder controlar el 7 es una indicación de la alta probabilidad de que salga. Y aunque en cualquiera de estos juegos puedes tener la posición más ventajosa con los números que «deberían» salir más, los dados siempre encuentran una manera de desafiar las probabilidades.
Juegos en los que hay subastas o bluffs pueden apoyarse mucho también en las mecánicas de tirar dados. En Liar’s Dice (o Mentirosa, como la conocí en la prepa), los jugadores tiran los dados de manera secreta y hacen apuestas en el número total de resultados en toda la mesa. Debes aumentar lo que el jugador anterior dijo y aumentar la apuesta o a si es que crees que está bluffeando, decirlo. Y quienquiera que se haya equivocado pierde un dado.
Más recientemente los dados han sido usados de maneras muy interesantes en los juegos de mesa. Los diseñadores han tomado nuevas aproximaciones a cómo usarlos, en Alien Frontiers los dados representan naves. Cada turno tiras las «naves» y decides que acción tomar al estilo de worker placement, colocándolos en estaciones espaciales en órbita. pendiendo de lo que salga en los dados puede ser que algún movimiento sea mejor o incluso que no puedas hacer cierta jugada. Existen maneras de mitigar el peso de tirar los dados, así que si en realidad quieres hacer algo, es probable que encuentres una manera de hacerlo. Castles of Burgundy de Stefan Feld también usa dados para determinar las acciones pero existen maneras, como en Alien Frontiers, de cambiar tus tiros. Los diseñadores añaden un poco de incertidumbre, pero también maneras de controlarla.
Quarriors de Eric Lang usa dados como dinero, monstruos y hechizos. Los jugadores adquieren nuevos dados conforme van venciendo distintas criaturas. Cada turno toman una mano de dados que les permite saber sus poderes o efectos para ese turno específico. Es como un juego estilo deckbuilding como Dominion, pero con dados. Acá necesitas suerte en los dados que forman tu mano y en los resultados que salen de ellos.
Uno de los juegos que llevaron la sencilla dinámica de avanzar una ficha el número que sale en un dado y lo llevaron a otro nivel es Formula D de Laurent Lavaur. En el juego cada quien es un corredor de carreras. El objetivo del juego es llegar en primer lugar. Cada jugador en su turno decide en qué velocidad del automóvil está siempre y cuando sea la misma, una inferior o superior a la que se encontraba el turno pasado. Dependiendo de la velocidad en la que se encuentre es el dado que tira y las casillas que avanza. Ente más alta sea la velocidad, se tratará de un dado de más lados que puede hacer que avancen más. El truco es que los jugadores deben parar por lo menos una vez en cada curva, de otra manera derraparían y podrían estrellarse.
Los dados son un componente viejísimo en los juegos de mesa. Aún así, los diseñadores modernos se las han arreglado para crear mecánicas interesantes que permitan mantener a los jugadores enganchados. Este artículo es sólo una muestra de mecánicas interesantes que nos permiten implementar los dados. Y eso sin tocar la importancia de los dados en los juegos de rol y cómo se pueden usar distintos tipos de dados para distintos efectos.
Es increíble pero ésta pieza que ha sido usada desde tiempos inmemoriales sigue encontrando su lugar en juegos modernos de maneras muy originales. Y probablemente así sea por un largo tiempo. Porque hay pocas cosas más emocionantes que cuando la suerte te sonríe usando los dados.