Monster Crunch!: Bazas, Cereales y Leche

El pasado Gen Con hubo muchos juegos que hicieron su entrada triunfal con bombo y platillo. Pero hubo algunos que no estuvieron tanto ante los reflectores y aún así han sido muy bien calificados por la crítica. Uno de estos juegos es Monster Crunch.

Este juego es de Big G Creative. Esta editorial es reconocida por dos cosas: tratos exclusivos con la tienda estadounidense Target y sus juegos con propiedades intelectuales «divertidas» (como los juegos de Bob Ross o Mi Pobre Angelito). Algo que vale la pena destacar es que el juego está diseñado por Forrest-Pruzan Creative, si el nombre no les suena conocido les podemos decir que son los creadores del exitoso Harry Potter: Hogwarts Battle.

Monster Crunch toma a los personajes de los cereales de la marca General Mills y los enfrenta en una competencia de comer cereal. ¿Cómo? En un juego de bazas de 1 a 4 jugadores, con poderes únicos. Y creo que a más de uno le sorprenderá lo que han logrado.

Agradecemos a la editorial por facilitarnos una copia para reseñar su juego.

Mecánicas de juego

El juego es relativamente sencillo. Cada jugador escogerá uno de los personajes de las cajas de cereal de General Mills para iniciar el juego. Todos los jugadores recibirán un mazo de 36 cartas con los números del 1 al 12 repetidos tres veces. Todos los mazos son idénticos y sólo difieren con el color. Además, cada jugador recibirá un token de leche.

El objetivo del juego es ser el jugador que logre «comerse» la mayor cantidad de cartas. Noten bien que lo que gana es la mayor cantidad de cartas, sin importar el número que tengan.

El juego se divide en 3 manos que a su vez se dividen en varias rondas. En cada mano, los jugadores tomarán, al azar, 12 cartas del mazo.

En su turno los jugadores colocarán una carta enfrente de ellos (en una gran loseta en forma de tazón de cereal). El jugador a su izquierda hará lo mismo, pero la carta que coloque tendrá que ser igual o superior a la última que se haya jugado.

Si un jugador no puede (o no quiere) colocar un número igual o mayor al último jugado, el jugador puede pasar, pero ya no formará parte de esa ronda. Todos los jugadores que pasen en una ronda reciben un token de leche.

La ronda termina cuando todos os jugadores excepto uno hayan pasado. Cuando esto suceda, la ronda termina, todas las cartas que estén enfrente del jugador se agregarán a una pila de puntaje y el jugador que no pasó comienza la siguiente ronda.

¿Tan sencillo? Pues eso no es todo. Aquí es donde entran los tokens de leche y el cómo ganarlos y usarlos es parte esencial del juego. Los jugadores pueden combinar cartas pagando leche. La única limitante es que las cartas que vayan a combinar tengan el mismo número o números consecutivos. Vale destacar que pueden combinar tantas cartas como quieran, pero por cada carta que quieran agregar tendrán que pagar una leche extra.

Es decir, si un jugador juega una carta 12, el siguiente jugador puede comer una carta 6 y una carta 7 pagando un token de leche. O podría también colocar tres cartas de 4 pagando dos tokens de leche. Piensen en los tokens de leche como en signos de suma (+).

Y eso –todavía– no es todo. Cada personaje tiene dos poderes especiales que les permiten alterar el juego. Ya sea permitiéndoles combinar cartas sin pagar leche, haciendo que la ronda sólo se permita jugar números pares o nones, robando más cartas, u obteniendo tokens de leche en condiciones especiales, por mencionar algunos.

Conclusión

Primero lo primero. En cuanto a componentes y temática, el juego es impecable la calidad de los componentes, la impresión, gasta la caja con el nombre brillante le dan un toque genial. No hace falta hablar del diseño de los personajes. Mantiene un toque nostálgico a la vez que trae a estos personajes de la cultura pop a la vida con un diseño de época.

Eso y otros pequeños detalles como la calidad y el grueso de las losetas y los tokens de leche lo hacen muy agradable a la vista y con mucha presencia de mesa. El detalle de que todo el juego viene destroquelado y listo para jugar es un toque que sólo agrega un poco más.

Ahora hablemos de las mecánicas.

Sinceramente los juegos de bazas suenas más sosos de lo que son en realidad cuando intentas explicarlos. Eso me sucedió con Skull King y El Gran Dalmuti. Además de que los juegos de bazas son muy populares alrededor del mundo y cada cultura tiene los suyos.

Aquellos familiarizados con los juegos de bazas sabrán que, en la mayoría de los casos, con pocas reglas logran un nivel profundo de estrategia. Y Monster Crunch no es la excepción. La manera en que los tokens de leche balancean el juego es por demás interesante. Los poderes únicos son otro acierto, ya que se sienten muy poderosos en la mayoría de los casos, pero también balanceados.

Si vienen Monster Crunch buscando la profundidad de un euro, les sugiero que volteen a otra parte. Este juego te da exactamente lo que promete: diversión de manera sencilla, accesible para todas las edades y con un montón de azúcar añadido. Es un juego muy divertido y con un tiempo corto, que permite que lo juegues una y otra vez. Más de una vez nos hemos visto ante el terrible «una más y ya», que se convierte en otra hora de juego.

Sin pretensiones, con mucha diversión y muy bien logrado. Monster Crunch es una de las joyas ocultas de Gen Con que, a mi gusto, merece atención. Yo no esperaba mucho y terminé con un juego cumplidor y –sobre todo– muy divertido. Un «filler pesado» ideal para toda la familia.

En La Matatena agradecemos a Big G Creative por la copia de reseña que nos facilitaron.

1 comentario en «Monster Crunch!: Bazas, Cereales y Leche»

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