Quizás dos de los diseñadores de juegos euro más reconocidos son Wolfgang Kramer y Michael Kiesling. La trilogía de Tikal, Java y Mexica son algunos de los juegos por los que son reconocidos como dupla de diseñadores; además de haber ganado el codiciado Spiel des Jahres con Torres. Cada uno tiene también sus propios éxitos. Y aunque normalmente son reconocidos por juegos euros medios, Ghosts of the Moor se sale un poco de lo que normalmente relacionamos con estos diseñadores.
En Ghosts of the Moor encontramos un euro ligero, muy familiar, que juega rápido y se puede jugar con distintos niveles de profundidad. Un juego de 2 a 5 jugadores, con tiradas de dados, colección de conjuntos y un nivel de estrategia que bien encaja con niños (el juego es para audiencias de ocho años en adelante) pero el cual los jugadores más serios pueden disfrutar.
Agradecemos a la editorial por facilitarnos una copia para reseñar su juego.
Si quieren saber más de Ghosts of the Moor, editado por Tasty Minstrel Games, denle un vistazo a nuestra reseña.
Mecánicas
Como ya lo mencionamos, el juego es de 2 a 5 jugadores. Se juega con un tablero, un dado, varias losetas y algunos meeples. El número de meeples varía dependiendo del número de jugadores. Cinco meeples para un juego de dos jugadores, dos meeples para un juego de cinco.
Temáticamente, en el juego tenemos un equipo de exploradores que se aventurarán por el páramo (el moor). Lo interesante es que este páramo está lleno de tesoros. Lo malo es que está infestado de fantasmas. Los investigadores buscarán recolectar la mayor cantidad de tesoros del mismo tipo y salir de ahí antes de que las ánimas del páramo (la cual sería la traducción literal) decidan que no sea así.
En el juego moveremos a nuestros meeples por un camino con 30 espacios. En el camino habrá varias losetas, algunas de ellas con tesoros, algunas con fantasmas y algunos espacios vacíos. Las losetas tienen cinco tipos distintos de tesoros, pero también pueden incluir algunos fantasmas que te asustarán y te quitarán puntos.
La mecánica básica de juego es muy sencilla. En su turno, los jugadores tirarán un dado y moverán alguno de sus meeples por el camino. Si al iniciar el movimiento el meeple está solo y en una casilla en la que hay alguna loseta, se lleva la loseta superior del lugar donde salió. Si el meeple inicia su movimiento desde una casilla vacía, el jugador tendrá que dejar una loseta en el espacio más cercano al final del camino. Los jugadores que completen el camino, podrán ir tomando una loseta de escape que les dará puntos al final del juego.
Al final del juego los jugadores ganarán puntuarán. Ganarán puntos dependendiendo de cuántas losetas iguales de cada tesoro hayan ganado, de las losetas de escape que hayan tomado y perderán puntos por sus loseta de fantasma. Al final del juego, el jugador con más puntos ganará.
Conclusiones
Primero lo primero: los componentes. Tasty Minstrel Games no deja de sorprenderme. Este es uno de sus juegos de caja pequeña. Y aún así, la cantidad de madera, la calidad del cartón e incluso la calidad de la caja son increíbles. El arte cumple; es lindo y te mete en el tema. Poniéndome estricto, el diseño podría ganar un poco si el tablero fuera más legible en general. Los meeples personalizados son un plus, e incluso la calidad del dado es buena. En cuanto a presentación, gana mucho.
Agregando la nota de nuestra amiga Gloria Cárdenas de El Entreturno: El juego es una reimplementación de That’s Life, juego de 2005. Después de ver las reglas, hay unos pequeños cambios en cuanto a la puntuación. Pero este es más lindo.
El manual está bien escrito a secas. De momentos parece que en lugar de poner la información importante en las reglas las pone en las notas. Pero esto es un problema común cuando tenemos un juego sencillo con ciertas particularidades en sus reglas.
Las mecánicas de Ghosts of the Moor no son otra cosa que elegantes. Puedes enseñar a jugar el juego en cinco minutos y jugar hasta media hora. Las reglas, a pesar de ser sencillas, logran que se haga algo que siempre me gusta en los juegos de mesa: cada turno hay que tomar una decisión difícil. ¿Muevo este meeple para ganar una loseta? ¿O muevo este para poder bloquear un tesoro de esta persona? ¿Prefiero moverme rápido y deshacerme de un fantasma? ¿Me arriesgo y voy por los puntos extra?
De alguna manera recuerda también a Deep Sea Adventure de Oink Games. Sólo que acá se vuelve más estratégico y menos push your luck.
Hay una pequeña mecánica que es interesante y en la que no ahondé, pero que también da profundidad al juego. Los jugadores cuentan con una loseta de «tabla». Con ella pueden hacer un puente para sortear los peligros del pantano. Cada jugador tiene una y la puede usar cuando uno de sus meeples llega a una casilla vacía. Esta mecánica por si sola puede dar lugar a muchas casos curiosos.
Las interacciones con otros jugadores están a la orden del día. Y aunque son de manera indirecta, es un juego en el que el roce con los otros se siente mucho. Y se siente de manera positiva. Esa toma de decisiones importantes hace que el juego se sienta muy estratégico pero a la vez ligero y especial. Hay rejugabilidad y aunque el juego se siente simple, es parte de su encanto. Si buscan algo familiar para agregar a su colección, pero que también los jugadores más experimentados disfrutarán, Ghosts of the Moor es una excelente opción. Se notan los nombres detrás del juego.