New York Slice es un juego editado por Bezier Games que tiene un tema que apelará a muchos fanáticos de los juegos de mesa: pizza. A muchos el juego les parecerá conocido porque se trata de un tema nuevo y algunos ligeros cambios a un juego llamado Piece O’Cake. Este fue lanzado en 2008 por Rio Grande y Winning Moves. El juego original es muy querido y esta edición busca encontrarle nuevo público.
Diseñado por Jeffrey D. Alliers, en New York Slice los jugadores dividirán una pizza creada aleatoriamente y seleccionarán los pedazos que quieran. Además, decidirán qué rebanadas se comen para poder ganar puntos extra y cuáles poderes especiales seleccionar (llamados especiales del día). Todo para llevarlos a la victoria en su búsqueda de la mayoría de los pedazos de pizza de un tipo.
Mecánicas
Para iniciar el juego, dependiendo del número de jugadores, ciertos tipos de pizza se sacarán del juego. Mezclar las rebanadas restantes, y también mezclar aparte los especiales del día, terminan con la preparación. En cada ronda, un jugador será el slicer (rebanador) de la pizza. Esta persona tendrá que formar una pizza con 11 pedazos aleatorios para empezar.
Es importante notar que hay 69 rebanadas de pizza distintas. En cada una de ellas hay varios ingredientes y un número. El número indica cuántas rebanadas de ese tipo de pizza existen y cuántos puntos se otorgarán a la persona que logre quedarse con la mayoría de rebanadas de ese tipo.
El jugador que hace de rebanador tendrá que partir la pizza en un número de porciones igual al número de jugadores. Una loseta del especial del día se agrega a una de las porciones (o puede formar su propia porción). Una vez hecho esto, a la izquierda del rebanador y en sentido de las manecillas del reloj, loos jugadores irán eligiendo qué porción se quieren quedar. La última porción que nadie haya escogido se la queda el rebanador (acá no se cumple el dicho de el que parte y reparte se queda con la mejor parte).
Una vez alguien escogió su porción, esa persona debe decidir qué hacer con cada rebanada. Se la puede quedar para ir compitiendo por mayorías o, si la rebanada tiene peperonni, puede comerla. Los jugadores ganan un punto por cada peperonni que se coman. Normalmente es buena idea comerte las rebanadas por las cuales no estás compitiendo.
Los Especiales del Día le darán poderes especiales a los jugadores. En algunos casos les permiten cambiarlos por alguna acción extra, o cambiar un poco la manera en que se otorgan puntos.
Una vez que todas las rebanadas de pizza se hayan repartido, se hace una puntuación final y el juugador con más puntos gana. Hay tres formas de ganar puntos: ganando la mayoría de un tipo de pizza, comiendo peperonni o usando losetas de Especiales del Día.
Conclusión
Primero hablaré de la calidad de los componentes. En New York Slice todos los materiales son de primera calidad, la impresión es muy buena y las losetas de rebanadas son de un cartón muy grueso y bastante grandes. La caja es… digamos que interesante, ya que intenta parecer una caja de pizza (de hecho tiene la misma forma y se abre igual). Esto agrega a la teatralidad del juego pero en lo personal lo considero poco práctico a la hora de guardar ya que tiene un tamaño «extraño».
El diseño de las losetas es fotorrealista, lo cual en lo personal no se me hace que deje muy clara la información. Esto puede pasar a segundo plano porque la legibilidad de los números en las mismas es buena, pero aún así no es tan fácil darse cuenta con sólo un vistazo del tipo de pizza de cada rebanada. Hubiera optado por otras maneras de representar las rebanadas, algo más legible.
Ahora, sobre las mecánicas y el sentimiento del juego. La mecánica de «yo reparto ustedes escogen» es bastante vieja. Pero en el juego puede funcionar bien. Logra hacerlo entretenido hasta cierto punto. ¿Por qué hasta cierto punto? Este es un juego que descansa en un extraño limbo entre demasiado ligero y no tan ligero.
A primera instancia, por el tema uno pensaría que es un juego familiar y ligero. Pero al sacarlo con gente no muy adentrada en el hobby nos dimos cuenta que a la mayoría le costaba trabajo. La parte de obtener mayorías se convertía en un intento de sobreanalizar que no les permitía disfrutar mucho del juego. El partir la pizza les daba a veces un análisis parálisis tremendo. Es entendible, pero también siento que hay una disonancia entre el tema (¡pizza! la comida rápida más amigable) y el grado de dificultad juego.
Si, al contrario, buscas sacar el juego a mesa con jugadores adentrados en el hobby, el juego se puede sentir demasiado ligero. Y es que es un juego ligero pero con recovecos. Recovecos que son fáciles de identificar para jugadores experimentados pero más complejos para quienes apenas empiezan. La verdad lo siento como un juego que se ve más interesante y divertido de lo que en realidad es.
Espero darle otras oportunidades para ver qué tanto cambia dependiendo del grupo de juego, pero siento que en el mejor de los casos New York Slice se sintió que nos quedó a deber un poco. Logra ser entretenido a secas y no te da momentos de diversión o en los que te sientas bien contigo mismo por el haber logrado hacer una buena jugada. Tampoco te da mucha interacción y fácilmente se puede convertir en un grupo de personas observando una pizza de cartón muy detenidamente.
New York Slice es una rebanada que nos ha parecido que le falta un poco de sabor, pero seguramente encontrará grupos con los que resuene muy bien. El tema y la calidad de la producción lo separan por mucho de otros juegos y llama muchísimo la atención. Eso sí, nunca lo jueguen con el estómago vacío porque lo que el juego logra a la perfección es darte un antojo de la mejor pizza que puedas conseguir.
Vi pizza y dije tengo que leer esto. Se ve muy bonito el juego, pero no entendí para nada como se jugaba. Me distraje demasiado con las «fichas». 😛