Kingdomino: reinos, dominós y decisiones

Cuando un juego gana el afamado Spiel des Jahres (el Grammy de los juegos de mesa), las críticas y alabanzas no se hacen esperar. Ese es el caso de Kingdomino ganador del juego del año 2017 en Alemania. Diseñado por el prolífico Bruno Cathala e ilustrado por Cyril Bouquet; tenemos que Kingdomino es un juego de construir un reino, pero con un truco.

Como suele suceder con los juegos que son nominados o que ganan el Spiel des Jahres, Kingdomino es un juego familiar. Lo analizamos cuando anunciamos a los ganadores. Pero acá vale la pena destacar que el juego, aunque dice estar basado en el dominó es también un viaje en la historia de las mecánicas de juegos de mesa en las que el elegante resultado ha sido un Juego del Año. Pero, ¿es un juego que vale la pena tener en tu colección? Vamos a averigüarlo.

Mecánicas

En Kingdomino los jugadores hacen de reyes buscando ampliar su reino. En cada ronda, los jugadores seleccionaran losetas cuadrangulares con distintos tipos de terrenos y las añadirán a su reino usando una sencilla mecánica de colocación de losetas. El puntaje estará dado por el tamaño de cada área y el número de símbolos de corona que haya en ella.

Aprender a jugar Kingdomino es cuestión de minutos. Cada ronda, hay dos conjuntos de losetas (una por jugador) que estarán al centro del tablero. En la primer ronda, los meeples de los jugadores serán colocados al azar sobre cada una de las losetas de un conjunto.

Las losetas tienen números detrás; estos corresponden a la facilidad de hacer puntos con una de ellas y los valores en puntaje aproximado que pueden tener al final del juego. Entre más alto, más puntos puede hacer esa loseta.

El orden de turno cambia dependiendo de la loseta sobre la que esté colocada cada jugador. Los números más bajos siempre juegan antes que los números más altos.

En su turno, el jugador toma la loseta en la que está su meeple y la añade a su reino. Hay algunas reglas para hacerlo:

  • Debe estar conectada a una loseta puesta previamente.
  • Debe haber por lo menos un terreno que coincida y esté adyacente entre la loseta colocada y las losetas que ya están en el reino (la loseta inicial es comodín).
  • El reino no puede ser de más de 5×5.

Finalmente, el jugador pone su meeple sobre una de las losetas del segundo grupo, y se la quedará para la siguiente ronda. Una vez que todos hayan tenido su turno, se sacan nuevas losetas al azar y se aconseja se coloquen de mayor a menor.

Un juego de Kingdomino dura 12 rondas. Cada jugador calcula su puntaje final contando la cantidad de terrenos continuos del mismo tipo y multiplicando por el número de símbolos de coronas que haya en esa área. El jugador con el mayor puntaje, gana.

Conclusiones

No es difícil ver por qué Kingdomino fue el ganador del juego del año. Primero que nada, a nivel gráfico es un juego lindo. Bonito, vamos. La ilustración de la caja es buena. El arte en las losetas es muy detallado y tiene pequeños guiños de humor. La calidad de las losetas es buenísima y son muy gruesas. Visualmente un juego que cumple. Incluso los meeples personalizados son un detalle que se agradece.

Es un juego sencillo y fácil de explicar. Pero que tiene cierta profundidad estratégica y su buena dosis de azar. Un juego familiar con todas las de la ley. Creo que todas las personas que he visto que lo juegan o con las que lo he jugado han tenido un buen rato.

Además, es un juego que aunque es sencillo de entender y fácil de aprender, tiene profundidad. En la práctica Kingdomino ofrece grandes decisiones estratégicas a los jugadores en cada turno. Buscar el equilibrio entre tener una buena loseta y un buen lugar para escoger loseta primero en la próxima ronda te pone en una encrucijada con cada decisión.

Eso sí, si eres una persona que no le gustan mucho los juegos en los que tienes que ejercitar tu inteligencia espacial, quizás Kingdomino no sea la mejor opción. Kingdomino puede llegar a sentirse como un juego en el que pierdes mucho control y tienes que reaccionar a cambios de suerte, por lo que algunos jugadores «más serios» y estratégicos lo pueden ver como poco más que un filler. Y está bien, porque una partida de Kingdomino puede durar unos 12 o 15 minutos.

El juego incluye unas «variantes avanzadas» que logran hacerlo más interesante para los más jugones. Esto se agradece porque puede darle más vida a un juego y lograr que siga viendo mesa. Recomiendo agregarlas después de un par de jugadas porque son reglas que te darán nuevos objetivos que te pueden poner a pensar más.

¿De dónde cojea este juego? Para mi de dos cosas.

Aunque es un juego que ofrece algo de profundidad estratégica, no es un juego que me emocione jugar. Vamos, algunas veces las decisiones se llegan a sentir triviales incluso teniendo el factor estratégico. Por ejemplo, sacrificar una buena loseta por una buena posición en la próxima ronda y que la próxima ronda no salen buenas losetas puede hacer sentir que has hecho sacrificios triviales. Eso sí, el juego es tan corto que esto no importa mucho; pero también lo hace sentir en el límite de un filler sin llegar a serlo. No me molestaría que tuviera más profundidad. Pero creo que esto se verá en la nueva versión que será anunciada en Essen 2017, Queendomino.

La otra cosa en la que siento que falla es en su modo a tres jugadores. A cuatro jugadores funciona perfecto. A dos jugadores se convierte en un juego bastante interesante en el que cada jugador controla dos meeples. Pero a tres jugadores el juego pide que quites algunas losetas al azar. Esto quiere decir que algunos terrenos que estás buscando puede nunca salgan en todo el juego y no hay manera de saberlo. Lo convierten en un juego con mucha más incertidumbre y sin cómo mitigarla.

Como bien les comento, Bruno Cathala parece haberse empapado de mecánicas clásicas y ha traído un juego sencillo, rápido e interesante. Y aunque cae en un juego bastante ligero, es una buena muestra de lo que se espera en un Spiel des Jahres: un juego que garantiza tendrás un buen rato. Quizás este buen rato no sea tan emocionante como con otros juegos, pero no deja de ser un muy buen rato. Un juego accesible tanto en precio y reglas, Kingdomino tiene todo lo que se pide de un Spiel des Jahres; aunque quedándose más del lado de un juego ligero que cualquier otra cosa.

Agradecemos a Blue Orange que nos haya cedido una copia para reseña y fotografías del juego.

1 comentario en «Kingdomino: reinos, dominós y decisiones»

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