Culto a lo nuevo: novedad y emoción

Me encantan las cosas nuevas. Pocas cosas son tan emocionantes como abrir un juego nuevo; romper el plástico, ver la caja, analizar el arte de la misma y saborear la novedad. Es una primera experiencia con el juego. Nada como abrirlo y hacer el unboxing famoso. Darle una hojeada al manual. Observar los componentes y su calidad. También me encanta ver lo nuevo que hay en el aire; las noticias (como las que dan nuestros amigos de DeMesa) en el mundo de los juegos de mesa, ver qué hay de nuevo, quizás ver algún juego nuevo en la colección de un amigo gracias a Instagram o ver un enlace en Twitter al anuncio de un juego nuevo. De repente, te sientes que parece que hay algo fresco, algo que esperar. Algo que añadir a la wish list. Algo que esperar. Sí, amigos. Eso es el culto a lo nuevo.

Ver a mucha gente que obtiene juegos nuevos y habla de los mismos todo el tiempo me puso a pensar. Cuando empecé a jugar tenía acceso quizás a uno o dos juegos de mesa modernos. Y ya. Eso hace algunos años, antes de Kickstarter (y todo lo que ha hecho por la industria). Cuando re descubrí el hobby ya había hablado de juegos de mesa en Kickstarter en otros blogs. Y visitando páginas como BoardGameGeek (BGG) me di cuenta que lo que estaba en su lista de hotness son siempre en su mayoría Kickstarters.

Culto a lo nuevo

No digo que haya nada de malo con eso (por eso tenemos una sección semanal dedicada a Kickstarters). Por eso hemos escrito de lo que la plataforma ha hecho por la industria. Mi preocupación personal viene de pensar en el consumidor. Tenemos tanto qué escoger, tantas cosas nuevas que nos lanzan día a día, semana con semana, que siempre estamos «teniendo» que tomar decisiones.

Y es que el consumidor se las ve difícil. El top 100 de BGG está plagado de títulos nuevos. Si analizamos el top 10 vemos  que sólo hay un juego (Twilight Struggle) que no fue publicado en los últimos cinco años. ¿En verdad es que los juegos publicados en los últimos 5 años son tan buenos? ¿O será la emoción y el hype que estos juegos han logrado hacer usando marketing y comunicación?

Recientemente en La Matatena hemos decidido bajarle un poco a la compra de juegos nuevos. Tenemos una colección amplia y la disfrutamos. Y esto es importante: con lo limitado de nuestro tiempo libre  y tantas cosas nuevas que hay, a veces nos olvidamos de darle la atención a juegos que ya tenemos y que en su momento deseábamos con ansias. Después viene el arrepentimiento de comprados, que nos hace sentir culpables por gastar tanto y no «aprovecharlo»; ¿quién se quiere sentir así? (aunque algunas personas suprimen esos sentimientos con gran facilidad).

Creo que mucha gente se siente así. Cuando las colecciones empiezan a superar los 20  o 30 juego, la gente se une a los retos 10 x 10 para intentar jugar 10 juegos por lo menos 10 veces en un año. Y aunque a mayoría de la gente no los logra, vale la pena intentarlos. Porque cuando juegas juegos que casi no ven mesa, los oldies, siempre te invade esa sensación de nostalgia y alegría al recordar.

Ganarle al culto a lo nuevo

¿Cuál es la solución? ¿Ignorar todos los juegos nuevos? ¿Dejar de apoyar campañas de crowdfunding? Tan siquiera para nosotros, no. Un juego nuevo de vez en cuando es un sentimiento genial. Lo mismo apoyar buenas campañas con grandes juegos de mesa que quieres que se logren. Pero seguimos en esa encrucijada.

Lo que hacemos ahora es ser muy cuidadosos antes de comprar. Analizar si sólo es el culto a lo nuevo hablando o si es algo más. ¿Es algo que va para largo? ¿Lo jugaré dentro de un año? ¿Hay altas posibilidades de volverlo a jugar? Y quizás lo más importante, ¿sólo lo quiero comprar por novedad? Porque si sospechamos que es así, normalmente preferimos dejarlo pasar. A veces me llama mucho la atención alguno de los juegos nuevos que salen, parece haber grandes ideas o grandes juegos. Pero dos cosas me detienen: pensar que ese juego puede quitarle oportunidades de juego a otros de mi colección y pensar que, de seguir así, otro juego nuevo podría quitarle el lugar.

Kanban

El culto a lo nuevo ayuda a mantener el boom de los juegos de mesa. Nos permite tener nuevas grandes opciones. Juegos que de otra manera nunca verían el mercado. Pero disfrutar de nuestra colección es algo que también nos puede dar gran satisfacción. En los juegos de mesa, como en mucho, quizás lo mejor sea moderación. Es imposible ser muy aficionado al hobby y no emocionarse por un juego nuevo o no desear tener un juego recién lanzado en la colección; lo difícil es mantener un equilibrio sano.

¿Cómo se sienten ustedes? ¿Cuál es el tamaño óptimo para una colección? (muchos dicen que un juego más que los que tienes actualmente) ¿Creen que el culto a lo nuevo sea malo? ¿Cómo lidian con él?

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