FUSE: bombas, dados y 10 minutos

FUSE es un juego cooperativo de dados. Un juego cooperativo en tiempo real de 1 a 5 jugadores que intentan acabar con las bombas mientras tiran dados y buscan las combinaciones que logren desactivarlas. Porque, por alguna extraña razón, alguien ha implantado más de 20 bombas en tu nave espacial. Y como parte del equipo anti-bombas, ustedes son los encargados de salvar a todos en menos de 10 minutos. O morir en el intento.

Editado por Renagade Games y diseñado por Kane Klenko, FUSE es un juego cooperativo contrarreloj. La manera de jugarlo es sencilla y, en general, muy accesible. El juego promete tensión, diversión y trabajo en equipo. ¿Es suficiente esto para que te llame la atención? Vamos a verlo.

Mecánicas

Los jugadores tienen exactamente 10 minutos para desactivar más de 20 bombas en su nave. Las bombas están representadas como cartas que necesitan una combinación específica de dados para poder desactivarla. Los turnos comienzan cuando un jugador saca, de una bolsa, el número de dados igual al número de jugadores. Los jugadores tiene que decidir en equipo quién se queda con cada dado. El truco es que lo tienen que hacer rápido porque su tiempo es limitado y tardar no les ayudará. Si logran acabar con las bombas (las cuales varían en número dependiendo al dificultad del juego) saldrán victoriosos.

Al principio del juego se baraja el mazo de cartas de bomba. Dependiendo del nivel de dificultad es el número de cartas. Van desde 18 hasta más de 30 cartas. Se añaden unas cartas de fuse, las cuales son penalizaciones que saldrán aleatoriamente del mazo. Se colocan todos los dados dentro de una bolsa.

Cada jugador comienza el juego con dos cartas de bombas frente a él y habrá 5 cartas disponibles al centro del área de juego. Cuando los jugadores estén listos, se inicia el temporizador y se comienza el juego.

El primer jugador saca un número de dados igual al número de jugadores y los tira. Los jugadores deciden cómo dividirlos para que a cada uno le toque exactamente un dado. Los dados son colocados sobre las cartas de bomba siguiendo las reglas que estas indican. Puede referirse a los colores de los dados, sus números o relaciones entre ellos.

Si una carta se completa, el jugador la descarta y toma una nueva carta de las 5 en el centro de la mesa y la reemplaza con una nueva del mazo. Si al final de la ronda sobran dados, los jugadores deben volver a tirarlos y quitar un dado correspondiente en número o color de alguna de sus cartas de bomba, si es que tienen uno.

Cuando del mazo sale una carta de fuse, cada jugador debe quitar una carta del número o color correspondiente de las bombas que tenga frente a él.

El juego se puede terminar de dos maneras: se acaba el tiempo, los jugadores pierden. Se acaban las cartas que están en el mazo y al centro de la mesa, en este caso, los jugadores ganan.

Conclusiones

Si vamos a hablar del aspecto físico, podemos decir que el juego va bien. Los componentes son sencillos, pero los dados personalizados cumplen muy bien su objetivo y son bonitos. También lo es la bolsa en la que se guardan los dados. El diseño de las cartas no tan bonito pero es funcional y queda con la temática.

Sobre el juego podemos decir que en general no somos muy fanático de los juegos cooperativos. Especialmente aquellos en los que se puede dar que haya un alpha player, es decir, alguien que quiera dirigir a todos y decirles cómo jugar. De hecho, creo que un juego cooperativo que en sus reglas no reduce este fenómeno (o lo elimina), es un juego en el que el diseño tiene algunas cosas que se pueden mejorar.

Ahora bien, en FUSE intentan mitigar que se forme un líder usando la idea del tiempo real. Esto es bueno porque ayuda a que todos se concentren durante el tiempo de juego y estén involucrados, lo que minimiza el efecto líder.

Aún así, se trata de un juego en tiempo real. En general, estos tipos de juegos no son del agrado de mucha gente. Acá creo que funciona a la perfección. La manera en que maneja el trabajo en equipo es interesante. El juego te obliga, a punta de penalizaciones, a que pienses en el bien común. Tienen los jugadores la tarea, entonces, de en cuestión de segundos intentar ver qué dados pueden tomar cada uno de manera que todos tengan oportunidad de desactivar bombas y no haya penalización.

Hemos probado el juego con todos los números de jugadores y escala muy bien. Ya sea con 2 o 5, incluso en solitario.

El hecho de que tenga niveles de dificultad variable logra hacerlo un juego que escala muy bien aunque logres hacerte muy bueno. La experiencia juega a tu favor en más de una manbera.

¿Qué puede mejorar FUSE? Creo que la manera en que se arma el mazo inicial debería ser distinta. Cada una de las cartas tiene un nivel de dificultad que va del 1 al 4. El juego te pide que para armar el mazo de bombas con el que se va a jugar, se tomen al azar algunas de un mazo más grande en el que hay de todos estos niveles de dificultad. Puede suceder que tengas un juego en el que la dificultad del mismo se vea afectada porque salieron demasiadas cartas con nivel de dificultad alto.

¿Cómo se podría mejorar esto? Quizás haciendo una regla que permita poner, al azar, cierto número de cartas de cada nivel de dificultad. En un juego con tanto azar (por acá analizamos el azar en juegos de mesa), este otro azar se podría evadir de una manera muy sencilla.

Si bien FUSE nos gustó, no es un juego que pasarás horas jugando. Funciona bien como un gran filler. Su limitante de tiempo lo hace ideal para un juego rápido pero desafiante. La naturaleza tan caótica del juego puede hacer que muchos prefieran mantener su distancia.

Nuestro veredicto es: si buscas un juego cooperativo rápido, bueno para jugones y no jugones, accesible y con tensión, FUSE lo logra. Si te sientes mal con el azar y los juegos ligeros, mantente alejado, porque este juego no va mucho más allá.

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