Casual, core y hardcore: ¿distinciónes entre jugadores?

Hoy me tocó leer una entrada muy interesante —y algo malinterpretada por algunos— en el blog de The Black Meeple hablando de los «machotes  lúdicos». La entrada hacía referencia a aquellos jugadores «más experimentados» que tienden a menospreciar los juegos fillers o incluso aquellos más familiares. Un fenómeno que nosotros también abordamos desde nuestra perspectiva en nuestro artículo de Esnobs, elitismo y malas actitudes. En él abordamos esto como una manera en la que puedes arruinar experiencias a otras personas. Pero en el fondo, se trata de otra cosa que hacer distinción entre grupos de jugadores.

Más allá de la discusión de si «se trata de gustos» o no, hay varias cosas que vale la pena abordar. Primero, no está mal hacer diferencias. Nosotros lo hacemos todo el tiempo. Desde que escogemos qué vamos a desayunar o con quién vamos a salir o con quién jugamos. Lo hacemos cuando decidimos jugar un juego por encima del otro. Y es algo que la industria también hace.

Paths of Glory

La industria

En la industria de los videojuegos a surgido una clasificación que de alguna manera también encaja a la perfección con los juegos de mesa. Se trata de hablar de jugadores casuales, core (semi-duros) y hardcore (o «duros»). La industria hace estas distinciones por cuestiones más que nada de mercado y publicidad. Pero nosotros propiciamos estas distinciones entre jugadores para también sentirnos parte de un grupo. ¿Es esto malo? No. Pero puede ser tóxico si juzgamos a los demás o los menospreciamos por sus gustos «menos sofisticados».

En general, hay varias maneras de separar estas categorías. En el caso de la industria, la manera en que los distribuidores y los vendedores los clasifican es sencilla. Un jugador casual tiene 3 a 5 juegos. El considerado jugador core tiene más juegos, sin llegar a más de 10, conoce . Los jugadopres hardcore posee más de 10 juegos.

Esta manera es sencilla y simple. Se basa en hábitos de consumo. Pero para la industria representa algo importante. ¿Por qué? Porque la venta a jugadores casuales representa casi un 50% de las ganancias, como menciona Michel Mindres fundador de Tasty Minstrel Games. Aún así el mercado para jugadores hardcore, aunque es más de nicho, representa una oportunidad interesante para los actores en la industria.

La división según los jugones

¿Cómo hacemos los jugadores —normalmente— esa división? A grandes rasgos. Un jugador casual juega fillers y familiares. Un jugador core juega euros medios o algo de ameritrash, algunos juegos híbridos. Un jugador hardcore disfruta de los euros duros, portugames o los wargames.

Esta es sólo una manera. Hay otras cosas que entrar en juego al intentar hacer este tipo de clasificaciones: precio de los juegos comprados, requisitos en nivel de habilidad o experiencia, complejidad de las mecánicas, producción de un juego y duración de los mismos Juegos más baratos, más cortos y «menos complejos» (un concepto que valdría la pena revisar) son considerados «para jugadores casuales». Por otro lado, los juegos pesados, con más reglas y más largos son considerados «para jugadores serios» (core, hardcorejugones dirían los amigos españoles).

Distinciones

La falta de respeto o crítica de los juegos y los jugadores casuales por parte de la comunidad más «hardcore» se puede observar desde que se acepta el uso común de estas etiquetas. Los jugadores hardcore normalmente encuentran los juegos casuales demasiado simples y algo «que no pueden disfrutar». Incluso he escuchado gente decir que los fillers no son «verdaderos juegos» —lo que sea que eso quiera decir. Es por esta razón que muchos de los jugadores hardocre encuentran inapropiado o incluso ofensivo que los jugadores casuales intenten definirse con la misma etiqueta que ellos, los «verdaderos» jugones, tanto trabajo les ha costado.

Sucede a veces que esos que se identifican como «jugones»—aquellos hardcore con ludotecas de cientos de juegos— sienten que los jugadores casuales tuvieron que pasar una barrera tan pequeña para convertirse en jugones que no se han ganado el derecho de llamarse así. Olvidan que ellos también empezaron en algún punto.

No Thanks!

 

De hecho, podríamos decir que este «conflicto» se debe a un malentendido. Sólo porque el categórico casualhardcore parezcan mutuamente excluyentes, no quiere decir que lo sean. Hay juegos que tienen simpleza en las reglas y mucha profundidad (Concordia me viene a la mente, pero muchos juegos de Reiner Knizia también) y otros que aunque puedan complejos en reglas encierran bella simplicidad en su estrategia. Y no por eso son buenos o malos.

Pero también funciona de la otra manera. No porque un jugador disfrute de los juegos de mesa más pesados y quiera jugar Food Chain Magnate, Mage Knight y luego un par de horas de Kanban quiere decir que necesariamente sea un esnob que no vaya a jugar un Dixit contigo o que no se vaya a sentar a jugar un Ticket to Ride y lo vaya a disfrutar. O que un wargamer no pueda entender la belleza que encierra un filler.

Entender los juegos de mesa como una gran familia que se complementa es una manera sencilla de ver más allá de estas divisiones. Como jugón hardcore, el ver y apreciar las bellezas que pueden encerrar juegos simples puede ser también encantador. Y como un jugador más casual, el experimentar un juego más pesado puede ser una aventura que te lleve a lugares inesperados. Hay un lugar para cada uno de estos juegos; esta visión holística y complementaria permite ir un paso más allá.

Estas etiquetas muchas veces ayudan a facilitar la plática y la discusión entre jugadores casuales y jugones  o incluso con personas que no han jugado nunca. Pero la división entre casual y hardcore no nos dice nada acerca de la calidad de un juego o de un jugador. También es importante notar que tampoco el jugador y el juego pueden ser vistos como algo que no esté asociado. El juego sólo es un juego cuando alguien lo está jugando. Y es por eso que existen distintas maneras de abordar esta actividad lúdica, dependiendo del momento y las personas que juegan.

4 comentarios en «Casual, core y hardcore: ¿distinciónes entre jugadores?»

  1. Buen articulo, como ya comente en el blog de Black Meeple todo depende mucho del contexto y los gustos.

    Yo juego con grupos tan distintos que he acabado apreciando todo tipo de juegos, me gusta jugar a euros duros con jugones, a mata mata plastiqueros, fillers o familiares que te puede ganar alguien que no haya jugado a un juego de mesa en su vida
    Y eso no quita para que a mi personalmente jugar a juegos como Dixit o Tzolkin me parezcan un autentico coñazo, pero no por ello critico al que los juega, mecanicamente son buenos juegos y entiendo que a un determinado jugador les puedan encantar.

    Tambien me he dado cuenta que la gente que juega a muchos juegos (seguramente yo el primero) hay veces que todo lo que juega tiende a compararlo en vez de simplemente disfrutar la experiencia en si, y de ahi como dices los tipicos comentarios despreciando cuando alguien alaba un juego y el dice que tal o cual es mejor.

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  2. Es interesante el la clasificación pero creo que no es realmente relevante, en mi caso me gustan los euros duros pero lo que más disfruto en realidad es sentarme con amigos en la mesa y cada tanto iniciar a un nuevo jugador por lo que mi ludoteca siempre tiene un gateway y siempre hay ganas de jugarlo, o un filler mientras el encargado de la cena se las arregla para darnos de comer antes del juego que será el plato fuerte. Creo que la belleza de los juegos de mesa reside en que hay para todos y para cada grupo. Un jugador experimentado es aquel que es capaz de saber que elegir para el grupo ya sea de novatos o experimentados, iniciar nuevos jugadores y disfrutar de todo ese proceso.

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